El levantamiento de pesas después de los 60 años no solo es seguro, sino también que es muy recomendable, claro está, con la supervisión adecuada y con un programa de entrenamiento bien diseñado. A medida que envejecemos, usualmente se va disminuyendo la masa muscular y densidad de los huesos, dos procesos que con el entrenamiento de fuerza se pudieran contrarrestar. La clave es empezar de forma gradual, siempre enfocándose en una buena técnica y evitando cargas muy elevadas para la condición física de cada persona para minimizar el riesgo de lesiones.
En general un programa de entrenamiento debe ser personalizado, teniendo en cuenta la salud general, la presencia de condiciones crónicas y los objetivos específicos de la condición física del individuo. Además, el entrenamiento de fuerza mejora el equilibrio y la coordinación, reduciendo el riesgo de caídas, y tiene beneficios para el corazón y el metabolismo. Es importante realizar una evaluación médica previa y trabajar con un entrenador que ojalá que este familiarizado con entrenamiento en población adulta mayor, para asegurar un programa de entrenamiento seguro y efectivo.
En conclusión, con las precauciones adecuadas, el levantamiento de pesas puede ser una actividad beneficiosa y segura para las personas mayores de 60 años.
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