¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Graves?

La enfermedad de Graves es una combinación entre síntomas clínicos característicos y pruebas bioquímicas alteradas. 

Los síntomas clínicos más frecuentes y llamativos son: 

  • Nerviosismo e insomnio
  • Palpitaciones
  • Sudoración en exceso
  • Temblor de manos en reposo
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Aumento del apetito
  • Intolerancia al calor
  • Fatiga marcada
  • Deposiciones frecuentes o diarrea
  • Bocio (agrandamiento de la tiroides)
  • Ojos saltones (oftalmopatía de Graves)

Con base en los síntomas y signos que presenta el paciente se enfocan las pruebas de laboratorio, para definir un “hipertiroidismo” se requiere un examen de TSH y T4 libre. Para definir la causa del mismo los estudios son más extensos. 

  • TSH: suprimida
  • T4l: elevada 
  • Anticuerpos contra el receptor de TSH (TRABs): positivos en hipertiroidismo por enfermedad de Graves

Se puede además hacer uso de imágenes para apoyar el diagnóstico como: 

  • Ecografía tiroidea: Se utiliza para evaluar el tamaño y la forma de la tiroides, y para detectar nódulos.
  • Gammagrafía tiroidea: Se utiliza para medir la captación de yodo por la tiroides. En la enfermedad de Graves, la captación de yodo será alta.

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